Emprendedurismo. Sara, ser de luz, amor y emprendimiento

Cuando se es emprendedor, no solamente se trata de conseguir cierta seguridad y éxito con lo que se crea o emprende sino se trata de ayudar a que otras personas, familia, colaboradores, amigos, conocidos, puedan mejorar su estilo de vida y que encuentren más que el éxito, la felicidad y armonía en su vida y en su día a día. La familia es un elemento fundamental para el emprendimiento de cualquier persona, pues constituye nuestro motor o nuestro freno, es en la familia en donde se adquieren los principios y valores rectores de nuestra vida, mismos que se van moldeando con el paso del tiempo con las vivencias, cultura, tradiciones, entorno y situaciones en ocasiones difíciles que se nos van presentando, pero que al mismo tiempo, dejan alguna enseñanza, y nos van haciendo personas expertas en superar fracasos y fomentar la resiliencia. Las mujeres de hoy siguen enfrentando estereotipos negativos en relación a su capacidad para emprender, salir adelante y hacer negocios. Afortunadamente las estadísticas van actuando en favor de las mujeres actualmente, evidenciando su capacidad como profesionistas y la preparación integral en la que se involucran para salir adelante, es el caso de la protagonista de esta historia de emprendimiento que comparto, Sara, ser extraordinario quien, tras un largo camino de lucha, pérdidas, éxitos y fracasos, ha logrado ser feliz y vivir con armonía haciendo lo que le apasiona.