Hacia un Desarrollo Inclusivo. Mediciones del desarrollo y la exclusión social en espacios locales

A nivel internacional, nacional y estatal existe la necesidad de diseñar herramientas metodológicas que hagan posible medir las condiciones de vida de las personas; uno de los indicadores más relevantes en esta materia es el à ndice de Desarrollo Humano (IDH) impulsado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo desde 1996. Hablar de desarrollo implica la ampliación de derechos, acceso a servicios y oportunidades. Si bien el IDH ha incrementado notoriamente entre 1950 y 2010, no se ha traducido en una reducción de las brechas de desigualdad persistentes en los municipios y regiones en México. En Sinaloa, once municipios cuentan con más del 50 por ciento de su población en situación de pobreza; y nueve municipios presentan más del 10 por ciento de sus habitantes en pobreza extrema, sin dejar de lado que hay municipios donde aproximadamente el 30 por ciento de sus habitantes registran este nivel de pobreza. El término de pobreza se ha interrelacionado con la exclusión social; empero, este concepto ofrece un marco integrador para el análisis de procesos que causan privación, los pobres están excluidos, pero también los adultos mayores, los sin techo, los marginados, los enfermos mentales… Por tanto, si la exclusión se relaciona con la privación, su medición debe abarcar todos los aspectos referentes a la salud, vivienda, lo relacional y todos los componentes del desarrollo humano. En este contexto, el objetivo del presente trabajo es analizar las distintas mediciones sobre el desarrollo y la exclusión social, a efecto de proponer las variables necesarias a incluir para generar mediciones del desarrollo inclusivo. Lo anterior a través del análisis estadístico descriptivo y de la revisión de trabajo empíricos sobre mediciones de la exclusión social y el desarrollo en espacios locales.