La deuda del tercer mundo y su repercusión en la economía británica. Una opinión del Sur sobre el desgobierno económico en el Norte

Introducción. Cuando Citicorp, uno de los bancos más grandes del mundo, dio a conocer su desición de hacer una reserva de 3 mil millones de dólares para protegerse de los préstamos al Tercer Mundo en mayo de 1987, casi todos los expertos estuvieron de acuerdo en que dicha medida representaba un viraje decisivo en la crisis de la deuda; esto marcaba el final de la política bancaria más importante en cuanto a "hacerse de la vista gorda" con respecto a la crisis de la deuda. Después de varios años de proyectos poco realistas, falsa esperanzas y promesas en el Norte -y con una deuda del Tercer Mundo muy por encima del billón de dólares- repentinamente los bancos empezaron a hablar de las "realidades de la deuda"(véase por ejemplo el World Financial Markets de Morgan Guaranty, junio-julio de 1987). Este "realismo" era una condición para vencer uno de los principales obstáculos para cualquier solución a la crisis, sobre todo la reticencia de los bancos acredores más importantes a reconocer la imposibilidad de recuperar el valor nominal total de sus préstamos a países en desarrollo...