Estimación del factor de productividad en el cálculo de tarifas reguladas: el demonio está en los detalles

El movimiento hacia la privatización de empresas públicas que empezó a ser implementado en la década de los ochenta, impulsó el surgimiento de nuevas formas de regulación de monopolios. Una nueva metodología de regulación, la de “Precios Tope”, fue propuesta en 1983 por Stephen Littlechild. Desde entonces, ha sido adoptada por un creciente número de países, convirtiéndose, en la práctica, en la metodología estándar para fijar tarifas de servicios monopólicos. En el Perú, los contratos de concesión de la red de telefonía fija, del Terminal Portuario de Matarani, del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y del futuro Muelle Sur del Callao, señalan de manera explícita que las tarifas reguladas deberán determinarse de acuerdo con esta metodología. Esta metodología de regulación por Precios Tope (también llamada “RPI-X”) funciona de la siguiente manera: luego de un periodo inicial en el cual las tarifas se mantienen fijas o son fijadas de manera exógena, empiezan a variar de acuerdo con la inflación (RPI o IPC2 ) y un factor (llamado “Factor de Productividad” o “Factor X”) que refleja las diferencias de productividad entre la economía y de la empresa regulada. Si bien existe cierta concordancia entre académicos y reguladores en cuanto a los objetivos que debe perseguir la regulación por precios tope, existe una variedad de opciones metodológicas para estimar un Factor X que sea consistente con los mismos. Por ello, la finalidad de esta investigación es la de analizar los procesos de revisión tarifaria y proponer una metodología consensuada para la estimación del Factor X. El documento está organizado de la siguiente manera: (i) presenta la teoría de la estimación del factor de productividad; (ii) describe cómo se han llevado a cabo las seis estimaciones de este factor que se han llevado a cabo en el Perú; (iii) realiza un análisis crítico de los aspectos más controversiales de estos procesos; y (iv) presenta propuestas para mejorar la estimación del factor de productividad. Este estudio se desarrolló como resultado del XI Concurso Anual de Investigación CIES 2009, con el auspicio de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés) y el Banco Scotiabank.